La pérdida de audición puede ser causada por una variedad de factores, incluida la predisposición hereditaria y las influencias ambientales. Varias causas pueden contribuir a la pérdida de audición, incluida la exposición prolongada a ruidos fuertes, infecciones de oído, la edad y el uso de ciertos medicamentos. La pérdida de audición tiene consecuencias que van más allá de dificultar el habla; también puede provocar aislamiento social, depresión y deterioro de las capacidades cognitivas.